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Hoy en Punto Didot te presentamos las claves para que puedas afrontar esta tarea al escribir tu libro. Saber cómo crear un personaje literario es una cuestión de práctica y experiencia. Es vital que los protagonistas de la historia sean creíbles dentro del universo en el que se desarrolla la historia y sean capaces de conectar con el lector.
Crear un personaje literario no es fácil. Hay que tener en cuenta diversos aspectos como por ejemplo la personalidad que queremos darle, cuáles son sus motivaciones para actuar de una manera determinada o qué papel va a jugar en el devenir del relato.
¿Qué es un personaje literario?
Antes de entrar de lleno en la creación de personajes se impone definir brevemente qué es un personaje literario. Se trata de una persona ficticia o cualquier otra entidad humanizada que se ven envueltos en la acción de la obra ya sea una novela, una representación teatral o un cuento infantil para dormir.
Todo personaje tiene criterio y emociones propias que determinarán su comportamiento, su relación con los demás y su posición frente al conflicto que le plantea el autor de la obra.
Ejemplos de personajes literarios
A continuación, te presentamos una pequeña lista de con las opciones más populares en la creación de los personajes literarios:
- Seres humanos.
- Animales.
- Objetos personificados como electrodomésticos o robots.
- Criaturas sobrenaturales como vampiros, hechiceros u hombres lobo
- Personajes históricos que pueden protagonizar un libro ficcionado o de corte realista.
Tipos de personajes literarios
Como imaginarás, existen diversas clases de personaje. Por un lado, los personajes pueden dividirse en principales o secundarios en función de si son o no el centro de la historia.
Por otro lado, podemos hablar de personajes planos o redondos según su grado de complejidad. Los primeros sólo cuentan con unos pocos rasgos distintivos mientras que los segundos son más complejos hasta el punto de que sus acciones pueden resultar sorprendentes para el lector.
Cómo crear un personaje literario
En esta sección comentaremos cuáles son los cuatro puntos esenciales que todo escritor debe definir durante el proceso de creación de un personaje:
- Rasgos físicos: La idea es hacer una descripción física del personaje. En el caso de las personas hablaríamos de sexo, edad, altura, color de pelo, si está en buena forma… Todo lo que se aprecia a s imple vista y sirve para identificar a ese personaje de un vistazo y de forma inequívoca.
- Trasfondo y situación: Aquí se establecen aspectos sociodemográficos como el estado civil, la clase social a la que pertenece, relaciones familiares o lugar de residencia.
- Aspectos psicológicos: En este epígrafe hay que establecer los principales rasgos del modo de ser del personaje. Es amable, reservado, egoísta, manipulador, risueño…
- Aspectos morales: Es alguien que respeta la ley, un asesino, un oportunista que mira para otro lado si saca algún beneficio…
En definitiva, la idea es centrarse en cómo es el personaje, qué hace, cómo piensa, qué siente y cómo se comporta cuándo se relaciona con los demás. Por supuesto, el escritor siempre es libre de modificar las características atribuidas a cada personaje cuando lo desee o así lo exija la obra. Recuerda que un personaje puede evolucionar, caer en desgracia o superarse a sí mismo.
En suma, la cuestión de cómo crear un personaje exige que prestes atención a varios aspectos de diversa índole. Lo importante es que seas coherente y tengas en cuenta tanto el modo en el que se relacionan los personajes como las necesidades del relato. Nunca pierdas de vista el tipo de historia que quieres contar.