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Hoy en Punto Didot vamos a hablar sobre el papel que juega la cubierta de un libro a la hora de captar el interés de posibles lectores. Por supuesto , el contenido de la obra es el gran protagonista pero no debe subestimarse el impacto que puede causar una buena presentación.
Cuando un escritor se embarca en el proceso creativo es habitual que se ocupe sólo del contenido, las palabras y el estilo. A fin de cuentas, la finalidad última de cualquier libro es la de comunicarse con el lector de modo atractivo para atraparle dentro de una historia o transmitirle conocimientos.
Sin embargo, en el mundo editorial existen otros muchos elementos que pueden influir en el éxito de un autor. En un artículo anterior ya te explicamos la importancia del prólogo pero en esta ocasión nos ocuparemos de aspectos más estéticos poniendo el acento en la cubierta del libro.
Diferencias entre cubierta y portada
Muchas personas confunden la cubierta de un libro con su portada. Cuando hablamos de una cubierta nos referimos a esa pieza exterior que cubre el volumen en la que suele representarse una imagen evocadora que invita a la lectura de la obra.
Por otro lado, la portada se identifica con una de las páginas iniciales del libro en la que se reflejan los mismos datos presentes en la cubierta como son el título de la obra, el autor, el lugar y año de la impresión, la editorial y la colección a la que pertenece el libro. Debido a estas semejanzas no es de extrañar que estos dos conceptos se mezclen entre sí.
¿Para qué sirve la cubierta de un libro?
La cubierta de un libro cumple dos funciones básicas. La primera de ellas es la de proteger el libro de posibles daños ya que el volumen se halla envuelto en una capa protectora que evita manchas o desperfectos por agua, por ejemplo.
La segunda misión de la cubierta es menos prosaica puesto que consiste en atraer la atención del lector gracias a su diseño y apariencia. Es una manera bastante simple de procurar incentivar las ventas que ha cobrado aún más importancia si cabe con la llegada del comercio electrónico y las compras por Internet. Ahora más que nunca una imagen vale más que mil palabras.
Obviamente, en la creación de la cubierta pueden intervenir tanto la pericia del autor en estas lides como el trabajo de un equipo de diseño profesional. En ambos casos habrá que combinar de forma armónica dibujos o fotos con los elementos tipográficos del título y el nombre del autor.
En definitiva, la cubierta de un libro es mucho más que una funda protectora. Se trata de una ventana por la que los lectores potenciales pueden echar un vistazo al universo de la obra. Es tu oportunidad de hacer que tu libro sobresalga por encima de los demás en los estantes de las librerías.