Esta semana en Punto Didot te traemos algunos consejos para escribir cuentos infantiles para dormir. La lectura hace que los pequeños se relajen al tiempo que estimula su imaginación y sus ganas de aprender. Sólo tienes que buscar un estilo que te ayude a conectar con los niños.
Las historias para ir a dormir forman parte de nuestra vida cotidiana. A todos nos han leído cuentos que nos cautivaron desde una edad temprana haciéndonos soñar con un mundo distinto en el que cualquier cosa era posible.
Los cuentos suelen ser relatos breves con una estructura simple. Esto lleva a muchos escritores a caer en el error de pensar que crear cuentos infantiles es un proceso fácil y rápido. Por supuesto, esto es falso.
Como ocurre con cualquier otra obra literaria, hacer un cuento exige trabajo y esfuerzo por parte del autor. Y además, si optas por incluir ilustraciones que acompañen el relato el reto se complica un poco más. Se trata de de un juego narrativo en el que las imágenes y el texto han de complementarse para guiar al pequeño lector a cada paso.
¿Qué es un cuento infantil?
Antes de profundizar en cómo hacer relatos para niños se impone la necesidad de definir qué es un cuento infantil. Estamos ante una narración corta de lenguaje sencillo que puede desarrollarse tanto en universos fantásticos como en el mundo real.
Algunos autores incorporan enseñanzas al relato o intentan explicar al niño pautas de conducta como la importancia de lavarse los dientes antes de dormir, por ejemplo. En esencia, los cuentos sirven para que el niño aprenda cómo funciona el mundo que le rodea mientras desarrolla su imaginación.
¿Para qué se escriben los cuentos infantiles?
Con frecuencia se dice que los cuentos para niños tienen dos finalidades básicas. La primera de ellas es la educativa mientras que la segunda tiene que ver con el entretenimiento. La verdad es que un buen cuento para niños debe mezclar con soltura estos dos ingredientes.
Captar la atención del lector y lograr que éste se sumerja en la narración del autor es un objetivo que nunca hemos de perder de vista. Si una historia nos engancha siempre querremos saber más hasta ver cómo acaba.
Pasos para escribir un cuento para niños
En esta sección te ofrecemos algunos consejos acerca de cómo escribir un cuento infantil para dormir. Esto puede resultar bastante útil si no tienes claro por dónde empezar:
Selecciona el grupo de edad al que te diriges
Esto es crucial. Como es lógico un niño de nueve años no tiene las mismas necesidades e inquietudes que uno de tres años. Mientras que en el primer caso escribirás tu cuento para que el niño lo lea solo en el segundo tendrás que diseñar tu libro para que lo lean los padres.
Escoge el tema y el escenario del cuento
Muchos escritores tienden a quedarse en blanco cuando se ponen a pensar en temas para escribir un cuento para niños. Las posibilidades son tantas que a veces la indecisión toma las riendas. Una buena forma de evitar que esto te pase es hacer una lluvia de ideas. Coge un folio en blanco y no tengas miedo de escribir lo primero que te venga a la cabeza.
Recuerda siempre la edad del lector al que te diriges e intenta centrarte en sus gustos. A los niños les interesan las historias que les suceden a otros niños de su edad que también van al colegio o que tienen peleas con sus hermanos, por ejemplo. Siempre puedes añadir algo mágico o extravagante a estos elementos normales y rutinarios que son tan familiares para el niño.
Pon límites a lo imposible
Aunque los relatos para dormir puedan estar repletos de fantasía es necesario que mantengas cierta coherencia. Por ejemplo, en el cuento de Peter Pan la gravedad no es problema y los niños pueden volar pero siempre que cuenten con suficiente polvo de hadas. Tienes que introducir algo de lógica incluso si tu historia es disparatada.
La estructura del cuento infantil para dormir
Habitualmente, los cuentos se dividen en tres partes básicas.
Durante la presentación el niño conoce al personaje principal y el hecho desencadenante que da pie al desarrollo de la historia. En esta especia de introducción hay que asegurarse de despertar la curiosidad del niño para que quiera seguir leyendo.
Durante el desarrollo el personaje principal tiene que enfrentarse a una situación compleja que al final ha de resolverse gracias a la inteligencia, valentía o cualquier otra cualidad positiva del protagonista. En el acto final o desenlace se desvela cómo se ha resuelto el problema y se extrae una conclusión positiva o moraleja del final.
Por último, recuerda que cuando se escribe un cuento infantil para dormir hay que huir de argumentos complejos. El objetivo es lograr que el niño siga el relato sin esfuerzo y pueda relajarse poco a poco para conciliar el sueño.
Centra el relato en el personaje principal
Una idea para hacer un cuento infantil es crear un protagonista que sea distinto a todos los demás y centrar la historia en ese rasgo especial. Por ejemplo, podrías escribir sobre un niño que dice muchas mentiras y a lo largo de la historia aprende a ser sincero.
Vigila la dificultad del lenguaje
Dependiendo de la edad de tu público podrás utilizar un vocabulario más amplio o más limitado. Esto no quiere decir que no puedas introducir palabras para que los niños aprendan su significado pero siempre has de hacerlo con cuidado y sólo si va al hilo de la historia.
Y con estas recomendaciones sobre cómo escribir un cuento infantil para dormir ya puedes empezar a desarrollar tu obra. Recuerda que la simplicidad es tu aliado aunque es bueno que dejes volar tu imaginación para deslumbrar a los más pequeños.